lunes, 18 de abril de 2016

Surrealismo Artístico

                             Surrealismo Artístico

El Surrealismo o Superrealismo es un movimiento artístico surgido en Francia hacia 1920. En este año París iba a ser testigo de la primera manifestación del Dadaísmo (movimiento anárquico), gracias a la publicación "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien se inspiró en el fundador de este movimiento: Tristan Tzara. Este poeta fundador junto a los promotores de esta expresión artística, buscaban trascender lo real a partir del Automatismo Psíquico, que en palabras de Bernice Rose, es por cuyo medio se intenta expresar el funcionamiento real del pensamiento, es decir, es un dictado del pensamiento sin intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral. 

Esta tendencia artística surge en una situación histórica de posguerra, en la que el hombre estaba en búsqueda de un arte nuevo en el cual se pudiese manifestar los elementos abstractos que componían la mente sin juicio alguno. Para esto, se propuso una innovación en la producción artística por medio de nuevos recursos como: la animación de la inanimado, el aislamiento de fragmentos anatómicos, la metamorfosis, elementos y figuras incongruentes, maquinas fantásticas, evocación del caos y perspectivas vacías. Estos recursos resaltan obras artísticas las cuales tuvieron como temas principales de inspiración: el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes; los pensamientos ocultos y prohibidos; el erotismo y el sexo. 

Por otro lado, hubo dos corrientes del Surrealismo que van a diferenciarse profundamente en el uso o la ausencia de formas del arte figurativo. La primera es el Surrealismo Abstracto, que es una tendencia pictórica en donde artistas como Masson y Miró crearon universos figurativos personales a partir del Automatismo Psíquico. En donde se pierde toda representación exacta de figuras, sustituyéndola por un lenguaje visual autónomo, en donde es el artista quien plasma las ideas más profundas e irracionales de su subconsciente, ya que esta expresión artística es "un sueño hecho museo" en palabras de José Jímenez, que concluye esto después de analizar la obra "En la Torre del Sueño" de Masson, que según él es semejante a un gran rompecabezas donde las piezas encajan sin conducir ni obligar al espectador a ordenar nada.


En contraste, se encuentra el Surrealismo Figurativo, cuyo máximo representante fue Salvador Dalí, aunque también lo ejercieron pintores como Magritte, Max Ernst y Tanguy. Este movimiento va a rechazar por completo la pintura tradicional y va a caracterizarse por el uso de formas reconocibles propias del arte figurativo, incluso con un uso de detallismo fotográfico para enfatizar escenas oníricas (sueños y pesadillas), o imágenes absurdas por medio de líneas y curvas exageradas, utilizando colores moderados, diferentes ángulos y planos. Con una finalidad de resaltar figuras que son más trascendentes que otras en la pintura, como podemos evidenciar en la obra Relojes Blandos de Dalí.



El Surrealismo en sí, no fue desde su raíz un movimiento de artes visuales, sino que fue un movimiento filosófico y político que se fue enriqueciendo cada vez más como movimiento artístico gracias a tres etapas históricas particulares que marcarían en definitiva la visión de los promotores de esta tendencia. La primera etapa fue Los años Seminales, donde apenas estaban comenzando a formarse las bases liberales para este movimiento y va desde el año 1924 hasta 1929 aproximadamente. La segunda etapa que se ubica en la década del treinta, surgió a partir del Segundo Manifiesto Surrealista, donde Breton concretó la noción de surrealismo y afirmó que debía caminar junto a la revolución marxista. Y como tercera, la etapa ubicada en Nueva York, en la década del cuarenta, denominada "Surrealismo del Exilio" puesto que a dicha ciudad llegaron los principales surrealistas que le huían a la guerra en Europa y fue ahí donde expandirían y ampliarían sus ideales artísticos por medio de la influencia en escuelas artísticas norteamericanas. De igual manera, en todas estas etapas ya nombradas se evidenció que en el Surrealismo las artes visuales predominaba ante el arte clásica por el exceso de esteticismo que esta tenía, que ya había caducado para la época. Porque ya no era una respuesta a un contexto social, para los artistas y eruditos las artes plásticas ya no reflejaban los sentimientos del hombre, ya no tenían sentido en la misma vida.

En consecuencia, el arte surrealista fue el impulso de muchos artistas para reflejar el caos de la mente humana que era causado por una realidad social en la que se extinguía la libertad humana, esto se puede evidenciar en el universo simbólico de las obras. En efecto, este movimiento logra transformar la visión que se tenía del arte y de ahí en adelante va a convertirse en un legado y fuente de inspiración para movimientos artísticos posteriores como: el Experimentalismo, el Existencialismo, el Impresionismo, y por supuesto el Dadaísmo.

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